¿Vas a ir a #EBE11? Yo seguro que sí.

Como muchos otros, ando recién llegado del #EBE10. Quien me conozca un poquito sabe que el 2010 ha sido un año de grandes cambios profesionales para mí y no podía falta a esta cita si me considero un apasionado de la comunicación y de las redes sociales.

 Tuve la suerte de estar desde el jueves en Sevilla y participar en el #twitSevilla que se hizo en @CasaCarmelo, en el maravilloso barrio de Santa Cruz. Unas magníficas croquetas de rabo de toro, unas lagrimitas de pollo y algunas tapitas más fueron un excelente comienzo de las jornadas que empezaban al día siguiente.

Alfonso Alcántara comentaba ayer en su último post que una de las cosas más importantes de asistir a encuentros como este es ir con un objetivo claro. Creo que yo lo tenía: aprovechar las ponencias y participar de ellas desde el hashtag #EBE10, empaparme del ambiente 2.0 y desvirtualizar a personas con las que mantengo relación desde hace bastante tiempo en mi TL de Twitter. Puede parecer quizás que no son objetivos demasiado «profesionales», pero creo que una cuestión fundamental en la red es no quedarse en los muros y TL, sino salir de casa y acercarse.

Han sido un viernes y sábado llenos de ponencias, charlas, talleres, pero sobre todo de contacto con las personas. Reconozco que aún me da vergüenza eso de que te paren y te digan ¿tu eres….verdad?, pero sin duda es la verdadera esencia de la comunicación: hablar en persona y descubrir avatares «reales» que hemos conocido en el mundo virtual.

Una de las claves, para mi opinión, es la predisposición con la que acudimos a estos encuentros. Me atrevería a decir que hay incluso algo de ansiedad (sana) por desvirtualizar, por reconocer caras y por reencontrarse con gente que ya conocemos. Es fácil criticar a posteriori aspectos de los ponentes o las ponencias, fallos puntuales en la wifi u otras cuestiones, pero creo que lo primero que hay que hacer es agradecer a los organizadores el esfuerzo realizado porque como dice @fmlopez48 en su último post «no es nada fácil gestionar un evento con tal magnitud de asistentes»… y yo añado que ha sido una maravilla que todos hayamos podido disponer del magnífico punto de encuentro en la Isla de la Cartuja, independientemente de que es muy difícil que absolutamente todo salga «perfecto» en estos macroencuentros.

Tengo la impresión de que no somos bichos raros. Quizás estamos siendo los primeros en llegar, pero ya lo decía @dreig en su ponencia: la web social es eminentemente social y quien lo niega básicamente está cerrando los ojos ante una evidencia. Nos pasamos muchas horas delante de una pantalla, es verdad, pero las ganas de contactar, de conversar, de compartir emociones y opiniones definen perfectamente el halo de entusiasmo que rodeaba al EBE10.

Me hubiera encantado conocer a mucha más gente, pero es como querer hablar con todos los asistentes a un concierto de U2 (vale, exagero un poco). Me llevo de Sevilla el color especial que tiene (también un frío muy húmedo que me recordó al de La Laguna), pero sobre todo traigo conmigo ganas de seguir trabajando humildemente en este mundo, que al fin al cabo no es otro mundo que el de la comunicación, ya sea tecleando, trabajando cara a cara o compartiendo cañas y conversación. Me llevo la sensación de que, aunque muchos van a hacer un networking intensivo, muchos otros hacen un «net» sin working, porque hay cosas que van más allá del trabajo o de los negocios que se puedan hacer dentro de cuatro paredes.

Dos últimos apuntes: me resultó curioso el intercambio de tarjetas analógicas (algunas de ellas preciosas, hay que felicitar  los diseñadores) en un entorno tan digitalizado y las frases tipo «¿No te sigo? Yo creo que sí ¿no?, que fueron una de las que mas oí durante el evento.

Acabo felicitando de nuevo a la organización y diciendo «Señores que se alegran de haber ido al EBE10 y piensan ir al EBE11».

Conductas 0.0 en entornos 2.0 (V): A Facebook lo que es de Facebook, a Twitter lo que es de Twitter

15. Entonces los fariseos se retiraron a tratar entre sí cómo podrían sorprenderle en lo que hablase. 16. Y le enviaron sus discípulos con algunos herodianos que le dijeron: Maestro, sabemos que eres veraz, y que enseñas el camino de Dios conforme a la pura verdad, sin respeto a nadie, porque no miras a la calidad de las personas. 17. Esto supuesto, dinos qué te parece: ¿Es o no es lícito pagar tributo al César? 18. A lo cual Jesús, conociendo su malicia, respondió: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? 19. Enseñadme la moneda con que se paga el tributo. Y ellos le mostraron un denario. 20. Y Jesús les dijo: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? 21. Respóndenle: Del César. Entonces les replicó: Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. 22. Con esta respuesta quedaron admirados, y dejándole, se fueron.
[1] Mateo 22: 15- 21
La pregunta hecha a Jesucristo era de extrema gravedad, pues comportaba un dilema, del cual creían que Él no podría salir. Si dijese que no se debía pagar el impuesto a César, lo acusarían ante Poncio Pilatos como sedicioso contra el poder de Roma.
Si dijese que se debía pagar el impuesto, estaría rechazando el carácter teocrático del pueblo de Israel (gobernado por Dios), sometiéndolo al poder de César y de Roma. Más aún –aspecto menor, pero importante del punto de vista de la opinión pública– aprobando el pago de los impuestos, desagradaría al pueblo, que odiaba a los republicanos, los recolectores de esas contribuciones.
He querido empezar el post de hoy con una pequeña referencia a la famosa cita contenida en el Evangelio según San Mateo, ya que he trasladado la frase al contexto del 2.0. Recuerdo, hará ya casi tres años más o menos, que a mi correo electrónico empezaban a llegar invitaciones para unirme a Facebook. La verdad es que en esa época me llegaban propuestas de muchas otras redes incipientes, como Hi5, así que en principio no le presté demasiada importancia.
Pero pasadas unas semanas empecé a leer cosas sobre Facebook y hablé con varias personas que ya eran miembros de la red, así que me di de alta, y me sorprendí de la cantidad de gente conocida que encontré o reencontré en muy poco tiempo. La herramienta me enganchó rápidamente y me sorprendió la facilidad de uso y las posibilidades a la hora de insertar contenidos multimedia en el muro, hacer nuestros propios álbumes de fotos, pasar el rato con minijuegos, etc. Poco a poco la la red ha aumentado sus posibilidades y estas son casi infinitas actualmente, y el número de usuarios ya supera los 500 millones en todo el mundo.
Algo más tarde, un par de meses de empezar a escribir en el blog Formación y Talento descubría Twitter. Empecé como todo el mundo, a tientas, sin saber muy bien qué era y para qué era aquello, pero con el paso del tiempo he descubierto las increíbles virtudes y el inmenso potencial que tiene como herramienta social y de comunicación. También son cientos de millones de personas en todo el mundo las que hacen uso de Twitter en la actualidad.
Los que usamos las dos redes sabemos que hay varias diferencias entre ellas: uso más profesional que personal en una que en otra, media de la edad de los usuarios, diseño de la plataforma o del cliente para usar la red, inclusión de juegos o no, etc. pero en la actualidad existen varias herramientas de integración de ambas redes, como Tweetdeck, Hootsuite o Selective Tweets, por poner varios ejemplos.
Cuando llevamos tiempo usando ambas redes, lo normal es que muchos de los usuarios que sigamos en Twitter se conviertan en amigos de Facebook (es más raro que ocurra al revés). Se trata de una manera de ampliar la información y la disponibilidad de contactar con esa persona y de saber algo más de ella. A partir de aquí podemos descubrir si esa persona está en Flickr, Linkedin, Xing u otras redes, y, en definitiva, tener un buen resumen o extracto de su vida personal y profesional.
En los últimos meses he añadido muchos contactos de Twitter a Facebook por la razón que acabo de comentar más arriba. Resulta curioso descubrir algo más de esa persona que sólo es un avatar en Twitter, y suele ser bastante gratificante y productivo tenerlos en ambas redes. Sin embargo, hay un fenómeno que he observado que no me gusta demasiado. Se trata del uso de Facebook como si fuera un cliente de Twitter “más bonito”.
Ya son muchas las veces que al revisar las actualizaciones de mi muro sólo veo tweets, retweets, menciones…¿pero esto no era Facebook? me pregunto. Al revisar muros de ciertos contactos, compruebo que no hay publicaciones como tales, sino que se trata de exportaciones del timeline de Twitter. La primera analogía que se me ocurre es que sería algo así como poner la tele pero quitar la imagen y quedarnos sólo con el sonido; sin duda tenemos la posibilidad de hacerlo, pero resultaría raro ¿no?. También podríamos modificar la gama de colores de la pantalla para verla en blanco y negro, pero resultaría algo extraño.
No veo mal la integración de ambas redes, ni mucho menos, pero creo que sería más interesante darle a cada red el uso que tiene. ¿Por qué no aprovechar las atractivas posibilidades multimedia de Facebook cuando publicamos en el muro? Me gusta, por ejemplo, cuando un tuitero publica en su muro las fotos o vídeos de un evento, porque aunque a través de Twitter puedo ver fotos, sin duda es más cómodo hacer un álbum en Facebook, categorizar las imágenes en Flickr o si se trata de un vídeo subirlo a Youtube o cualquier otra red que tenga como principal soporte el vídeo.

No me gusta ver un muro lleno de tweets, sin ningún otro contenido; cuando entro en Facebook espero ver algo más aparte de 140 caracteres, imágenes, sonido, vídeo…al igual que si me compro un DVD o un Blu-Ray mis expectativas van más allá de oír una voz.
Las herramientas para el uso compartido de varias redes no hacen más que aumentar día a día, pero en mi opinión no deberíamos meterlas a todas en el mismo saco, sino aprovechar las posibilidades que nos ofrece cada una. Todo depende, como siempre, del uso que le demos a esas aplicaciones de integración, pero particularmente, prefiero darle a Facebook lo que es de Facebook y a Twitter lo que es de Twitter.

Conductas 0.0 en entornos 2.0 (IV): ¿Me ayudas a hacerte un RT?

Si me pidieran una definición de Twitter en una sola palabra, diría “erreté” (una forma castiza de escribir RT). Más allá de la rapidez, eficacia y demás características de esta red, el RT, según mi opinión, es una característica tremendamente esencial sin la cual no tendría demasiado sentido usar a nuestro querido pajarito.
El RT o retweet nos permite difundir y divulgar a nuestros seguidores aquéllas publicaciones, opiniones, posts, etc. que nos han parecido interesantes; esto facilita, a su vez, que tuiteros que no se conocen conecten entre sí a través de temas que interesan a ambos, y, en definitiva, nos permite una rápida viralización de contenido a través del timeline.
El uso del RT varía según los usuarios; pasando desde los que no apenas retuitean nada hasta los que retuitean todo lo retuiteable. Esta es una de las grandezas de Twitter, como ya he comentado en otras ocasiones: cada uno sigue un criterio personal y diferente al de los demás, y mientras se mantengan la educación y las buenas maneras, a igual que en el 1.0, no voy a ser yo quién diga a qué cosas hay que hacer RT o a cuáles no.
Sin embargo, lo que me da pena, rabia o me desespera un poco en ciertas ocasiones, es encontrarme con algún tweet de muy buena calidad, ya sea porque incluye un enlace interesante, porque se trata de una reflexión aguda o por diversas razones más, pero no poder retuitearlo porque el autor ha aprovechado al máximo los 140 caracteres que les permite Twitter. Pondré algunos ejemplos al respecto:
a)      Tweets de citas: @usuario1: Solamente aquellos espíritus verdaderamente valerosos saben la manera d perdonar. Un ser vil no perdona nunca porqu no está en su naturaleza. En este caso, @usuario1 ha tenido que cortar algunas letras para que la cita encaje en el tweet, pero lo peor del caso es que nadie va a poder retuitear esa cita, ya que al intentar hacerlo, ocurriría que nos sobrarían 14 caracteres (aunque por otro lado es cierto que sí podríamos retuitearlo tal y como se hace desde la web de Twitter). En todo caso, aunque pudiéramos hacer RT, no es posible aportar nada de nuestra parte (por ejemplo, decir que nos ha gustado, recomendarlo con un hashtag, etc..).
b)      Tweets sobrecargados de hashtags: ya he hablado recientemente del uso de los hashtags. No voy a insistir demasiado en el tema, pero si que pondré otro ejemplo: @usuario1: El 61% de los directivos no usa las redes sociales en su trabajo #rrhh #empresa #redes #trabajo #organizaciones http://bit.ly/19GTn. El tweet puede ser muy interesante por el dato que aporta, pero al haber incluido tal cantidad de hashtags es cas imposible hacer un RT. En este caso, es algo más fácil porque podemos optar por suprimir alguno de los hashtags para acortar el tweet y así poder difundirlo, pero en todo caso nos obliga a hacer un esfuerzo extra.
c)      Tweets sin usar acortadores de URL: el uso de acortadores se ha hecho imprescindible en Twitter cuando colgamos algún enlace. Un ejemplo:
@usuario1: “El Iphone 5 saldrá a principios de verano del 2011 con muchas novedades interesantes www.elpais.com/tecnologia/moviles/iphone/novedades”. Aquí ocurriría lo mismo que hemos comentado en los párrafos precedentes: resulta imposible o casi imposible hacer RT, ya que no se ha usado ningún acortador y la dirección de la web ocupa muchos caracteres. Sin embargo, usando un acortador de URL, la cosa quedaría así: “El Iphone 5 saldrá a principios de verano del 2011 con muchas novedades interesantes http://bit.ly/bZbVGR”, lo cual nos deja bastante más espacio para retuitearlo.
d)      Tweets en el contexto de un debate: es muy habitual que en Twitter se generen debates donde participen varios usuarios. El problema surge cuando nos entramos tweets como éste: “@usuario1: yo también estoy de acuerdo @usuario2 @usuario3 @usuario4 @usuario5 @usuario6 @usuario7 @usuario8 @usuario9 @usuario10 @usuario11”. Una persona que no haya estado previamente en la discusión probablemente se sentirá perdida y por supuesto, no será capaz de hacer RT por la longitud del tweet; para estos casos, lo recomendable es usar un hashtag compartido que de identidad al debate, lo que daría lugar a un tweet tipo: @usuario1 no estoy del todo de acuerdo, pero es cierto el argumento de @usuario3 #debatetwitter.

Son solo algunos ejemplos de cómo podemos ayudar a la comunidad tuitera a que el RT no pierda su inestimable valor. Si no favorecemos un retuiteo sencillo, muchos tweets se quedan por el camino y corremos el riesgo de perdernos información verdaderamente valiosa.
¿Me ayudas a hacerte RT?

Conductas 0.0 en entornos 2.0 (III): ¿eres un super hastagger?

Hablaba el otro día del buen o mal uso de los hashtags en Twitter. Es indudable su utilidad, ya que a través de ellos podemos obtener rápidamente todo lo que «se cuece» en esa red en unos instantes. Es muy cómodo, sobre todo si queremos saber cuál es el asunto del que más se está hablando (a través de los trending topics) o bien qué noticias, opiniones, comentarios, publicaciones…etc se están subiendo al TL acerca de un tema en concreto.

Ya expuse en el anterior post mi opinión sobre, a mi juicio, el indeseable uso de algunos usuarios en cuanto a los hash se refiere (por ejemplo, aprovechar uno de ellos para hacer spam o darle un uso inadecuado).

Pero hoy quiero hacer referencia a el número de hashtag que se ponen en un determinado tweet. No diré nada nuevo si recuerdo que un tweet tiene un límite de 140 caracteres, y que si la comunicación en las redes debe ser efectiva para una buena comprensión, más importancia tiene ésto si cabe en Twitter por la limitación a la hora de escribir un mensaje.

Aunque la lectura de los tweets es rápida per se, por las características e inmediatez que conlleva esta red, #lo #que #no #acabo #de #entender #es #por #qué #hay #usuarios #que #llenan #tanto #de #hashtags #sus #tweets; #comprendo #que #es #necesario #clasificar #los #topics #de #los #que #se #habla #e #incluso #los #hashtags #se #usan #como #forma #de #mkt #online #y #de #posicionamiento, #pero #el #excesivo #uso #de #tags #dificulta #la #lectura #de #un #tweet, #y #por #tanto, #su #comprension #y #difusion #en #la #red.

#Sería #recomendable #moderar #el #uso #de #hash #en #twitter #no #crees #? ¿#Te #ha #costado #leer #ésto? #A #mi #también #me #cuesta #leer #algunos #tweets ;-))

Imagen obtenida en la web www.johnhaydon.com

Conductas 0.0 en entornos 2.0 (II): El lado oscuro de Twitter y los DM

Hoy escribo la segunda parte de la serie de post sobre comportamientos en el universo 2.0. Si el otro día hablaba de los usos (buenos, regulares o malos) de los hashtags en Twitter, me gustaría centrarme en esta entrada sobre los usos del DM.
Por si acaso hay alguien que lea el post y no use Twitter, hay que explicar primero qué es un DM. El DM es el acrónimo de “direct message”, es decir, mensaje directo o privado. Aunque Twitter es un modelo de comunicación multidireccional y su uso más frecuente es mostrar un contenido, pensamiento, opinión, etc…al resto de nuestro seguidores en el timeline, también tenemos la posibilidad de enviar un mensaje privado a un usuario (siempre que éste nos siga a nosotros).
No hay un uso estandarizado de los DM. Los mensajes directos sólo tienen en común que van dirigido a un único usuario, pero al igual que el propio Twitter, cada uno usa los mensajes directos con un propósito en concreto, aunque hay varios formas más o menos típicas que me gustaría mencionar:
  • Localización de un usuario: si llevamos un tiempo usando Twitter, es lógico que hayamos podido establecer lazos profesionales o de amistad con algunos tuiteros. Un ejemplo sería: “D usuario1: oye estás por ahí? Quería preguntarte algo.” Si este usuario está conectado verá este mensaje que sólo le ha llegado a él.
  • Agradecimientos por seguimiento de otro usuario: es una práctica común en Twitter que cuando alguien nos comienza a seguir, le demos las gracias por hacerlo. Un ejemplo puede ser: “D usuario1 muchas gracias por seguirme! Espero aportar cosas interesantes en tu TL” o algo por el estilo.
  • Conversaciones con compañero/amigo: otro uso frecuente es mantener conversaciones, al estilo “chat”con otro usuario que conozcamos. Suele ser frecuente empezar a conversar con alguien en el TL, pero si el tema se vuelve interesante, lo más oportuno es seguir “hablando” por DM, principalmente para no molestar al resto de tuiteros y porque en muchas ocasiones no nos interesa que la conversación sea pública.
  • Peticiones/favores: es habitual que se use el DM para solicitar algo: puede ser la petición de que se retuitee algo, que nos unamos a alguna causa concreta, que votemos para un concurso o que apoyemos la celebración de algún evento. Ejemplo: “D usuario1 Por favor, vótame en el concurso “x”, he bajado a la segunda posición y solo quedan 2 días. Gracias!! “
  • Spam: Twitter, por desgracia, tampoco se libra del spam. Sólo basta con ver un ejemplo: “D usuario1 ¿Quieres ganar 1000 dólares a la semana? Entra en mi web y descubre cómo!! Cuéntaselo a tus amigos.
  • Juegos/virus: también se ha vuelto habitual que nos llegue por DM alguna que otra invitación a jugar a un falso juego, o a hacer un falso test de personalidad. No conviene en ningún caso aceptar estas invitaciones, y sí que es muy recomendable avisar al usuario que nos lo ha enviado, porque suele ser una suerte de virus que ha enviado el DM automáticamente. Un prototipo de estos mensajes es : “D usuario1 My Godfather will make you an offer that you cannot refuse in #140godfather http://www.140godfat******
Después de resumir algunos de las formas más frecuentes de los DM, quiero exponer dos ejemplos de lo que, a mi juicio, son usos no adecuados de los mismos (es una opinión personal e insisto en que cada uno use Twitter como le venga en gana…pero no está de más ciertas pautas de educación, ya sea en 1.0, en 2.0 o en la enésima potencia.0).
Usos del DM que no me gustan:
a)      Seguir a un usuario y que nos agradezca el seguimiento por DM, pero no permitir responderle igualmente por DM ya que no nos sigue a nosotros. No hay ninguna obligación, ni mucho menos, de que un usuario al que seguimos nos siga también a nosotros; entiendo que esos DM no son hechos de mala fe, pero ¿te gustaría que alguien en la calle (TL) te dijera algo al oído (DM) y cuando le quisieras contestar de la misma manera (DM), tuvieras que hacerlo de viva voz (reply)? Una cuestión a reflexionar.
b)      Spam: si tenemos una empresa, negocio o blog que nos interese promocionar, es normal que podamos mencionarlo en un DM al usuario, pero hay formas y formas:
                                                              i.      Forma correcta: Bienvenido a mi TL! Si quieres puedes visitarme en www.*****, espero aportarte cosas interesantes 😉
                                                            ii.      Forma incorrecta: ¿Todavía no conoces www.****? A qué estas esperando? Entra ya!!
Si queremos publicitar algo, sería más recomendable usar adwords, o dejar que el usuario haga clic en enlace a nuestra web que Twitter nos permite poner en nuestra Bio, que para algo está.
Está claro que Twitter no sería Twitter sin los DM. En alguna ocasión leí en un tweet algo así como “si se mostraran los DM de mi cuenta tendría que exiliarme” (no recuerdo quién me lo dijo o quién lo mencionó en el TL, lo siento), pero esa es la principal bondad de los DM: lo dicho en DM en DM se queda. Ahora me gustaría saber qué opinas de ésto:
¿Cómo usas los DM? ¿Te molesta algo en especial de su uso?

Conductas 0.0 en entornos 2.0 (1º parte): los hashtag en twitter

Me propongo hacer una serie posts sobre ciertos comportamientos (la mayoría de los que hablaré los considero no del todo apropiados) que se dan actualmente en las redes. Ya dije en una  entrada anterior que, por deformación profesional, una de las cosas con las que más disfruto es observando distintos comportamientos; obviamente, no podemos saber a priori lo que lo que los usuarios de las redes sociales piensan o sienten, pero si algo hay observable es la conducta, en este caso «conducta escrita», y a través de ella se pueden inferir las medidas de ciertos tipos de variables.


No pretendo que esta serie de artículos sean algo así como una «guía de comportamiento del usuario de redes sociales», ni mucho menos. No soy yo quién para hacer ninguna guía, en primer lugar porque hay muchas personas que saben de eso infinitamente más que yo, y en segundo lugar porque un servidor, como usuario habitual de las redes más de una vez habrá dado la brasa y/o molestado en los muros y TL de algunas personas.


En todo caso, hoy me gustaría empezar hablando del comportamiento de los usuarios de twitter en lo relativo al uso de los hashtag. Últimamente he participado de algunos debates sobre si se debe o no «entrar al trapo» o no usando un hashtag del cuál se desconoce su uso concreto. Hay hashtags que por su denominación son bastante claros, como por ejemplo #rrhh #empleo, aunque también depende del contexto en que se usen; sin embargo, existen otros que no son tan claros y pueden dar lugar a confusiones y malos entendidos.


Pero más allá de esos detalles, como soy un convencido de que el mundo 2.0 es básicamente una representación digital del mundo 1.0 (salvando diferencias) y que ciertas conductas son igualmente apreciadas o detestadas en ambos contextos, me he permitido poner un ejemplo «analógico» de lo que pasaría al usar de una manera u otra un hashtag. Aquí lo dejo y espero opiniones y críticas 😉


Imaginen que van como invitados a casa de un amigo donde hay varias personas. Resulta que vemos que están hablando sobre un tema muy comentado, pero no sabemos exactamente qué. Por otro lado, somos personas muy extrovertidas y que nos gusta llamar la atención, y queremos participar cuanto antes con los demás.

Tenemos dos opciones:

a) Presentarnos de manera mínimamente educada, hablando en minúsculas y sin chillar. Si conocemos a alguien del grupo, aunque nos suene poco, nos puede facilitar la incorporación al mismo y conocer a gente nueva. Pasados los días, si las reuniones en casa de nuestro amigo se repiten y nos vuelven a invitar, podemos usar el mismo tema de conversación y disfrutar de las personas que hemos conocido. Lo normal es que los participantes del grupo (también normales) asuman que eres normal, y que puedes integrarte en la normalidad de mantener una charla o disfrutar de un agradable rato con gente normal.

b) Irrumpir de repente en el grupo, sin venir a cuento, y desvirtuar el verdadero tema de debate. Por ejemplo, si se está hablando de lo vomitiva que es Belen Esteban, llegar nosotros y decir «Pues yo vendo unos pendientes muy parecidos a los que lleva Belén Esteban», y repetirlo en numerosas ocasiones por si alguien no s ha enterado o queremos vender más pendientes. En las siguientes ocasiones, mantendremos nuestra conducta sin variación alguna, pese a quien pese. Lo normal es que los participantes del grupo asuman que no eres normal, que vienes a vender cosas a casa de unos amigos y provocar rechazo casi instantáneo.

¿Tú que opción escoges?

¿Ayudan las redes sociales a la convivencia?

Hace ya unas cuantas semanas,  Club Bloggers ( promovida por Ángel Cabrera(@artecar24) y Senovilla (@senovilla_jfs) nos proponían a cientos de blogueros que escribiéramos sobre la convivencia, aprovechando que hoy, 8 de octubre se celebra el día internacional de la Convivencia. A mí me gustaría hablar de convivencia y redes sociales.
Parece que en las últimas décadas este concepto se hace más difícil de poner en práctica: nos hemos vuelto más individualistas, ya no saludamos al vecino, nos enzarzamos en ridículas discusiones de tráfico y, en definitiva, da la impresión de que nos hemos vuelto más intolerantes con el que tenemos enfrente.
Sin duda, hay ciertos valores que se han ido quedando por el camino, o a menos, nos cuesta rescatar de vez en cuando: la educación, la amabilidad, la cortesía…en muchas ocasiones nos sorprende ver a una persona que es capaz de convivir normalmente con sus iguales.
Pero al auge de las redes sociales ha venido a recordarnos que vivimos en sociedad. Somos individuos, pero funcionamos en grupo. Por supuesto, hay muchísimas diferencias individuales al respecto: hay gente que necesita participar en diferentes grupos sociales y relacionarse al máximo, y sin embargo otras prefieren hacerlo de un modo más discreto…pero en alguna u otra medida, todos nos relacionamos, todos conocemos a otras personas y todos dependemos de todos para que las cosas funcionen.
Si las redes sociales han tenido éxito, es básicamente, aunque parezca una perogrullada, porque somos sociales. La comunicación es una de las necesidades básicas de cualquier persona, y las redes no han hecho otra cosa que multiplicar la transmisión de información por infinito. Ya no hay emisor y receptor, como en el modelo clásico. Todos somos generadores, receptores y difusores de información, y al fion y al cabo somos personas quienes lo hacemos.
En la red no nos tocamos, no nos olemos, no nos sentimos físicamente, pero si nos relacionamos a diario compartiendo enlaces, conversando,etc…y pasado un tiempo esto provoca que, antes o después, nos desvirtualicemos. Es imposible que todos nos caigamos bien, pero pienso que las redes, de diferentes maneras, sí están ayudando a fomentar y reforzar la convivencia.
Es cierto que saber convivir o no depende de nosotros: saber escuchar al que o opina igual que noostros, ser tolerantes con la diferencia, y al fin y al cabo, compartir, que es la esencia del 2.0….pero aunque dependa de un factor individual, las redes son sociales al 100% y ahora somos millones los que convivimos en ellas.
¿Te han ayudado a convivir las redes sociales?

¿Usas Twitter como un tablón de anuncios o como la barra de un bar?

Empecé a usar Twitter, como muchos otros, para darle un poco más de visibilidad a mi blog. No sabía muy bien cómo funcionaba la herramienta de microblogging, incluso @yoriento tuvo que avisarme amablemente de que mi enlace a Twitter desde el blog no funcionaba bien.
Cuando comencé a observar el TL desde la web, aquello me parecía una locura de menajes unos detrás de otros: personas que hablaban las unas con las otras, opiniones sobre sucesos, preguntas al aire sobre dudas al usar una herramienta en concreto, enlaces interesantes…sin duda me costó un poco adaptarme a la metodología “tuitera”, pero enseguida le vi el sentido a ésta herramienta.
Me imagino que mi fomación de psicólogo ha hecho que durante ciertos períodos de tiempo, me dedique a hacer un poco de voyeur 2.0 y observar el comportamiento de los tuiteros. No cabe de que con el paso del tiempo el TL se va enriqueciendo y cargándose de usuarios interesantes que aportan contenido a la red. Para mi gusto, una de las mejores cosas que tiene Twitter es que, aunque muchos de nosotros empezamos a usarlo para contactar con personas desconocidas, pero cercanas a nuestra profesión o intereses, acabamos formando una suerte de familia heterogénea y variada
Dentro de esa familia he observado, simplificando muchísimo por supuesto, dos tipos básicos de comportamiento o de usuarios en Twitter. Por un lado, hay tuiteros que actualizan el TL con constancia y regularidad de contenidos interesantes, que pueden provenir de blogs, artículos de prensa, etc… hacen retweet de temas publicados por otros usuarios para compartirlos con sus seguidores, o bien usan los 140 caracteres para expresar pensamientos sobre algo en concreto. Sin duda, la gran mayoría de estos tuiteros aportan valor añadido al TL, pero no suelen interaccionar demasiado con el resto de los usuarios (seguramente lo harán por mensaje directo, pero eso de momento no lo podemos saber).
Por otro lado, podríamos definir un perfil más o menos homogéneo de tuiteros que usan Twitter como herramienta de conversación en tiempo real, ya sea porque están compartiendo un hashtag en común, porque se conocen y van a quedar para un evento o porque simplemente participan de una animada conversación. No suelen hacer un uso demasiado “profesional” (aunque no me gusta demasiado ese término), sino que hacen un uso más “ocioso” de la herramienta. Creo que, aunque de forma diferente, también pueden y aportan valor al timeline.
Por supuesto, dado que los perfiles que he expuesto aquí son extremos, es muy habitual que los usuarios combinen las dos “modalidades” de uso de Twitter; los extremos suelen ser casi siempre la minoría y no son muchos los que veo en mi timeline.
¿Hay un uso concreto, razonable y efectivo de Twitter? Si hablamos de la cuenta de una empresa, por supuesto que hay una serie de “normas” para la interacción con el usuario de la marca…pero si hablamos de una cuenta personal, yo soy más proclive a decir que cada uno le de el uso que crea conveniente. Con esto quiero dejar claro que mi opinión es que, si hablamos de un uso personal, nadie debería decirnos cómo usar o no Twitter, más allá de guardar las formas, el sentido común y mantener la educación que podamos tener en el 1.0
No creo que uno de los perfiles de usuario sea mejor que otro. Personalmente, me parece tan bueno que un tuitero cuelgue enlaces que pueden aportar contenido de calidad como otro que genere conversación en la red. Los dos, al fin y al cabo, nos dejan su grano de arena y ayudan a que la comunidad crezca y sea más interesante cada día. Quizás lo mejor de todo es que tenemos la capacidad de seguir o no seguir a quien nos plazca, es una de las virtudes de la red.
¿Y qué tipo de usuario soy yo? No creo ser el más indicado para decirlo, quien me siga lo sabrá, quien me haya dejado de seguir probablemente también lo sabrá y quién aún no me siga tiene la posibilidad de saberlo enseguida 😉
¿Y tú, como usas Twitter?

Los 3 hashtag que han cambiado mi vida (a mejor)

Empiezo este post disculpándome por mi inactividad estos dos últimos meses.. Posteé hace un tiempo un artículo llamado “No abandones tu blog, él nunca lo haría”, y al final creo que no he demasiado ejemplo. Disculpas de antemano por los comentarios no contestados y empiezo de nuevo una actividad bloguera algo más constante.

El 2010 ha sido un año un tanto extraño, lleno de sobresaltos y eventos inesperados que me ha dejado algo descolocado. Durante algún tiempo he andado perdido por las aguas pantanosas del desempleo (aunque he tenido la suerte de mantener mi actividad como psicólogo a tiempo parcial), y no tenía muy claro cual iba a ser mi futuro más próximo.
 Sin embargo, Twitter es fiel y  ha estado ahí todas las noches esperándome y ha sido fuente de alivio en muchas ocasiones. Por eso quisiera hablar un poco hoy de lo que ha significado Twitter para mí, y más concretamente tres hashtags especialmente relevantes.
Uno de los elementos más importantes en Twitter es el uso de los hashtag para mantener debates, conversación o para hablar de un tema en concreto. Muchos de nosotros, al empezar en Twitter, nos quedamos anonadados de ver tantos símbolos que empiezan con la almohadilla o hash, pero enseguida entendemos su significado y le sacamos provecho. Todos los días se pueden encontrar numerosos trending topics o temas más hablados y partir de ahí conocer usuarios muy activos e interesantes.
El primer hashtag que recuerdo me llamó la atención fue al archiconocido “#er5”. Empecé a ver como muchas personas a las que seguía y otras que no, usaban ese hash al finalizar sus tweets. La pregunta del momento de muchos de nosotros era ¿qué es #er5?, y @fmlopez48, una de las mejores y más activas tuiteras de este país y excelente embajadora digital, nos lo explicaba amablemente en su blog. A través de este grupo pude empezar a conocer gente muy interesante con las cuales hoy en día mantengo una excelente relación en mi TL, y afortunadamente fuera de él también.
El segundo, y bastante más reciente, empezó este verano con el nombre de #madeincanarias. Es curioso pero en el tiempo que llevaba en Twitter hasta el momento no tenía demasiados compañeros de Canarias, solo conocía unas pocas personas de por aquí cerca. Pero unos cuantos tuiteros, @marta_rruiz, @elgauchocanario, @daviniasuarez @YaPCi @ZoeTf y algunos otros más, empezaron, casi sin quererlo, a mantener conversaciones bajo ese hash con el fin de hacer un encuentro en el cual al final fuimos unas 30 personas.
Me encantó como se desarrolló el “evento” y como poco a poco, a pesar de ser un poco pesados y llenar el TL de nuestros seguidores con el #madeincanarias, fuimos organizándonos para ir al monte un domingo de agosto a comer y hacer desvirtualizaciones masivas. A partir de este momento pude conocer a gente con la que había charlado mucho en el TL y comprobar que eran unas personas estupendas fuera del tweetdeck.
A partir de ahí hemos mantenido el contacto, y es hace muy pocos días cuando muchos de nosotros nos hemos vuelto a encontrar en las jornadas que ha organizó AERCO en Las Palmas de Gran Canaria el fin de semana pasado. A través de el tercer hash al que me quiero referir hoy, #aercanarias,  empezamos a averiguar quién iba a ir y acabamos juntándonos unos cuantos de las islas, e incluso alguna peninsular obtuvo la “nacionalidad canaria” (con diploma incluido) al acabar el fin de semana. Durante estos dos días he tenido la oportunidad de reencontrarme con algunas personas y desvirtualizar y descubrir a muchas otras, entre otros algunos de los magníficos ponentes de las jornadas y otros asistentes a las mismas.
Pero lo importante de todo no es cuánta gente he conocido, ni si son más altos, más bajos, más guapos o más feos. Lo verdaderamente maravilloso es que he compartido grandes momentos con grandes personas, y más allá del networking que se le supone a estos eventos como se le supone el valor al soldado, es una suerte de reencuentro de habilidades sociales perdidas, tal y como le comentaba a @FerlopFer hace varios días. Sin duda, una grata sorpresa ver cómo ese espíritu 2.0 que tanto se promueve en la red mantiene su esencia al apagar los ordenadores y vernos las caras.

No voy a negar que hayan surgido oportunidades laborales en Twitter, de las que ya iré hablando otro día, pero más valor que eso tiene el que la confianza adquirida con los compañeros a través del TL crece a pie de calle cuando surgen las oportunidades de encontrarnos, y también es bonito dar con personas que te preguntan ¿qué es eso de Twitter? y podérselo explicar un poquito.
 Twitter es, más que nada, comunicación, y por eso he querido resumir mis buenas sensaciones y vibraciones en los tres hash que he nombrado, y confío que estos encuentros “analógicos” sólo sean los primeros de los muchos que nos quedan por delante. En una situación de crisis económica y de valores, es un gustazo poder observar y compartir las ganas que tienen muchas personas de establecer un nuevo paradigma en las relaciones personales.
A todos ustedes, a los que han estado en esos hashtag y por supuesto también a los que no, que son muchos y estupendos, solo quiero decirles gracias por estar ahí y por dejarme haberles conocido, desde luego para mí y como dice la frase que da título al post, hay varios hashtag que han cambiado un poco mi vida (para mejor, por supuesto). Vaya, que como dice @elgauchocanario: #selescogecariñojodios

Conductas del tuitero: ¿Quién se ha llevado mis tweets y mis followers?

Inspirándome en el famoso libro de Spencer Johnson, copio en parte su título para empezar el post. Twitter ha supuesto una revolución en la forma de comunicarse de millones de personas en todo el mundo. El famoso límite de los 140 caracteres no ha limitado, valga la redundancia, la capacidad de conexión de muchísimos usuarios en el pequeño timeline que nos ofrece el pajarito.
Pero mi objetivo no es hacer hoy estudio de cómo funciona twitter, porque eso ya lo han hecho muchos otros, sino de cómo nos comportamos en el uso de twitter, y áun más lejos, las características de nuestro comportamiento cuando twitter falla.
Como toda tecnología que se precie, ésta antes o después tiene sus fallos o averías. Los habitantes del siglo XXI tenemos una dependencia brutal de la tecnología, y el ejemplo más cercano, y que a todos nos ha pasado más de una vez, es un corte de luz. Sin fluido eléctrico nos sentimos desprotegidos, se nos estropean los alimentos que están en el frigorífico, no podemos ver la TV ni recargar el móvil o el portátil, y muchísimos ejemplos más. Habitualmente tenemos un poquito de paciencia, encendemos unas velas y a la luz de ellas nos leemos un libro o simplemente esperamos a que se restablezcan las conexiones pertinentes en las subestaciones.
Lo mismo nos puede ocurrir con otra serie de avances: la batería del coche se va gastando poco a poco, hasta que un día no nos arranca el coche, el cajero automático está fuera de servicio y no podemos sacar dinero, la página del google no carga y no podemos hacer la búsqueda que teníamos planteada o al termo que nos proporciona agua caliente se le estropea la resistencia y ducharnos se convierte en una odisea.
Pero curiosamente, cuando falla twitter parece que el Juicio Final se avecina. Hasta el momento, los usuarios habituales de esta red hemos podido comprobar tres tipos de fallos: por un lado, la saturación de tweets y la aparición de la famosa ballena, por otro lado, la desaparición misteriosa de followers hace poco tiempo, y hoy mismo muchos tuiteadores se han quejado de la desaparición de los tweets emitidos por cada uno de ellos.
Recorriendo mi timeline he visto la gran preocupación de muchos usuarios porque sus tuits habían desaparecido, y algunos recomendaban ponerse en contacto con el servicio de asistencia de twitter en español para lograr una solución. Algo parecido pasó con la pérdida de followers de hace unas semanas y los comentarios acerca de la ballena se suelen repetir con frecuencia cuando no podemos acceder a twitter.
Señoras y señores, pensemos un poco. Twitter es una herramienta de comunicación, no es nuestra vida. No pretendamos que el pajarito sea un fiel recipiente de nuestros tweets eternamente: nuestros tweets son lanzados al viento, y éste también se lo lleva (o por lo menos yo lo veo así). Recordemos que, hasta hace bien poco, vivíamos sin twitter y no sabíamos lo que era un follower o un RT.
Poco a poco nos estamos convirtiendo en ciberpersonas. No hace falta que tengamos un pendrive instalado en algún lóbulo cerebral o tengamos un notebook en unas gafas de sol; se trata de una cuestión de pseudodependencia psicológica a la tecnología. Las quejas de los tuiteros acerca de la pérdida de tweets me hizo un poco de gracia, porque no creo que mucha gente almacene sus miles de tweets en algún tipo de formato (igual me equivoco). ¿Qué más da que se hayan perdido los tweets? Twitter es una herramienta de comunicación instantánea, y aquello que tuiteaste fue retuiteado porque algunos lo consideraron interesante, pero creo que un tuit está hecho para morir en el timeline, y no para permanecer eternamente en la memoria colectiva.
¿Y si pierdes los followers? Lo malo es que esto afecte a la autoestima personal o profesional; hagamos un esfuerzo por recordar que somos quienes somos, y no cuánto tenemos y cuántas personas nos siguen. Aparte de todo esto, la mayoría de los problemas de Twitter han sido resueltos con bastante rapidez, pero la impaciencia nos domina, y el cortoplacismo imperante hace que no tengamos una mínima tolerancia a la frustración: nos “revienta” que algo haya pasado en nuestra cuenta y que no esté tal y como la habíamos dejado hace un rato.
Por favor, piénsatelo un poco. Sin twitter también se vive igual de bien, si te quedas sin followers, no te preocupes: los administradores del pajarito lo solucionarán o esos followers te buscarán para seguirte de nuevo. Si falla twitter, manda un sms (te acuerdas de los mensajes de texto?) y queda con un amigo a tomar un café, el y tú lo agradecerán.