Twitter: cuando el tamaño sí importa

Twitter creció más el año pasado en España que en el resto de países de Europa, según datos que publicó recientemente la agencia Edelman . No cabe duda que la red social Twitter (o medio de comunicación, como consideran algunos) ha sido una revolución, al menos para muchos, en la forma de comunicarnos, expresarnos y aportar conocimiento, convirtiéndose en una herramienta imprescindible para profesionales de muchas áreas diferentes. Es probable que ese éxito radique en su inmediatez, a su vez provocada por la brevedad de lo que se aporta, más el poder decidir qué “escuchas”.
En cierta manera no deja de ser un formato de las tradicionales salas de chat, sólo que allí entrabas en un gallinero, no podías escoger qué recibir y de quién. O escuchabas todo el ruido que se generaba en esa “sala” o no lo usabas. En esta nueva plataforma tú configuras ese ruido, lo adaptas a tu oído.


Twitter: comienzos y usos

Twitter comenzó como un sencillo sistema de actualizaciones de estado instantáneas que no podían superar los 140 caracteres, tal y como cuenta en este video  uno de sus fundadores, Evan Williams . Él mismo confiesa que nunca imaginó los usos posteriores que se le darían a Twitter, como por ejemplo, su uso para enviar noticias, retransmitir eventos en directo, etc. Usos que han sido posibles gracias a superar una masa crítica de usuarios. Así, te puedes encontrar que un 10 ó 15 personas en un evento cualquiera pueden ser usuarios de la plataforma y estar enviando información en directo sobre lo que pasa.
Aunque en España ha tenido un crecimiento espectacular al punto que Twitter se toma como referencia por muchos medios de comunicación para la publicación de noticias (empieza a ser habitual oír “Tal ha dicho cual en su Twitter”), todavía es un red que “le cuesta” a muchas personas. Sin embargo, no sería arriesgado afirmar que esta plataforma, por sí sola, podría sustituir al SMS tanto en cuanto se popularicen los smartphones y la conectividad portable a Internet.
La principal causa de este rechazo inicial es que la interface, los códigos de comunicación y el modo de funcionamiento de Twitter necesitan de una curva de aprendizaje más amplia que otras redes sociales como Facebook. Creo que podríamos afirmar que todos empezamos rechazando esta plataforma porque cuando creas tu perfil… ¡no ocurre nada! La primera pregunta es inevitable: ¿y ahora qué? En un excelente artículo de Twittboy  se explica detalladamente los 10 estados por los que suele pasar un usuario de Twitter.
Uno de los efectos de Twitter ha sido el surgimiento de un enorme número de servicios en línea o software específico para gestionar esta plataforma que deben su éxito exclusivamente al éxito de la plataforma de microblogging (que es como se llama a lo de compartir frases de 140 caracteres). Las herramientas más populares son las que sirven para acortar direcciones y enviarlas a Twitter en formato reducido (dejando más espacio para incluir una descripción o comentario). Otro grupo que ha cobrado una gran relevancia son las páginas de servicio que permiten automatizar tareas (como enviar mensajes privados de bienvenida a un nuevo “seguidor”, seguir automáticamente a quien te sigue o, al contrario, autentificarlo para evitar a los robots, o enviar contenidos al timeline de fuentes externas, por citar algunos ejemplos).


Twitter: ¿qué pasa con los 140 caracteres?

El otro gran grupo de servicios son las herramientas multiplaforma que permiten gestionar varias cuentas al mismo tiempo, extender la funcionalidad de Twitter o incluso “romper” el límite de los 140 caracteres utilizando un subterfugio (como TwitLonger o Deck.ly). Básicamente, al escribir un contenido, estas herramientas envían a Twitter sólo su primera parte, más un enlace para leerlo completo. Esto obliga a los lectores a hacer click para leer el mensaje completo, es decir, invertir más tiempo para recibir algo que, tal vez, les resulte irrelevante. Pero esta dinámica contraviene la filosofía inicial de inmediatez.
En todo caso, en mi opinión, uno de los mayores éxitos de Twitter ha sido la limitación de 140 caracteres para decir lo que estamos haciendo, para expresar una idea u opinión, para aportar un enlace interesante o para participar un debate, entre otros muchos usos. Contar con esa limitación nos obliga a sintetizar la información y hace que el timeline de Twitter vaya a toda máquina y cada día que pasa nos sorprendamos con lo que podemos obtener de esa red social. No se critica su uso pero sería probable que la comunidad acabara rechazando los tweets que rompan el límite que supone el eje central del éxito de esta red. El tiempo lo dirá. Y el tiempo, aquí, se mide en unidades de semanas o meses.

Post escrito en colaboración con Ángel Cabrera, si no lo conoces, ya estás tardando en seguirlo o en visitar su blog http://blog.artecar24.com/