Conductas del tuitero: ¿Quién se ha llevado mis tweets y mis followers?

Inspirándome en el famoso libro de Spencer Johnson, copio en parte su título para empezar el post. Twitter ha supuesto una revolución en la forma de comunicarse de millones de personas en todo el mundo. El famoso límite de los 140 caracteres no ha limitado, valga la redundancia, la capacidad de conexión de muchísimos usuarios en el pequeño timeline que nos ofrece el pajarito.
Pero mi objetivo no es hacer hoy estudio de cómo funciona twitter, porque eso ya lo han hecho muchos otros, sino de cómo nos comportamos en el uso de twitter, y áun más lejos, las características de nuestro comportamiento cuando twitter falla.
Como toda tecnología que se precie, ésta antes o después tiene sus fallos o averías. Los habitantes del siglo XXI tenemos una dependencia brutal de la tecnología, y el ejemplo más cercano, y que a todos nos ha pasado más de una vez, es un corte de luz. Sin fluido eléctrico nos sentimos desprotegidos, se nos estropean los alimentos que están en el frigorífico, no podemos ver la TV ni recargar el móvil o el portátil, y muchísimos ejemplos más. Habitualmente tenemos un poquito de paciencia, encendemos unas velas y a la luz de ellas nos leemos un libro o simplemente esperamos a que se restablezcan las conexiones pertinentes en las subestaciones.
Lo mismo nos puede ocurrir con otra serie de avances: la batería del coche se va gastando poco a poco, hasta que un día no nos arranca el coche, el cajero automático está fuera de servicio y no podemos sacar dinero, la página del google no carga y no podemos hacer la búsqueda que teníamos planteada o al termo que nos proporciona agua caliente se le estropea la resistencia y ducharnos se convierte en una odisea.
Pero curiosamente, cuando falla twitter parece que el Juicio Final se avecina. Hasta el momento, los usuarios habituales de esta red hemos podido comprobar tres tipos de fallos: por un lado, la saturación de tweets y la aparición de la famosa ballena, por otro lado, la desaparición misteriosa de followers hace poco tiempo, y hoy mismo muchos tuiteadores se han quejado de la desaparición de los tweets emitidos por cada uno de ellos.
Recorriendo mi timeline he visto la gran preocupación de muchos usuarios porque sus tuits habían desaparecido, y algunos recomendaban ponerse en contacto con el servicio de asistencia de twitter en español para lograr una solución. Algo parecido pasó con la pérdida de followers de hace unas semanas y los comentarios acerca de la ballena se suelen repetir con frecuencia cuando no podemos acceder a twitter.
Señoras y señores, pensemos un poco. Twitter es una herramienta de comunicación, no es nuestra vida. No pretendamos que el pajarito sea un fiel recipiente de nuestros tweets eternamente: nuestros tweets son lanzados al viento, y éste también se lo lleva (o por lo menos yo lo veo así). Recordemos que, hasta hace bien poco, vivíamos sin twitter y no sabíamos lo que era un follower o un RT.
Poco a poco nos estamos convirtiendo en ciberpersonas. No hace falta que tengamos un pendrive instalado en algún lóbulo cerebral o tengamos un notebook en unas gafas de sol; se trata de una cuestión de pseudodependencia psicológica a la tecnología. Las quejas de los tuiteros acerca de la pérdida de tweets me hizo un poco de gracia, porque no creo que mucha gente almacene sus miles de tweets en algún tipo de formato (igual me equivoco). ¿Qué más da que se hayan perdido los tweets? Twitter es una herramienta de comunicación instantánea, y aquello que tuiteaste fue retuiteado porque algunos lo consideraron interesante, pero creo que un tuit está hecho para morir en el timeline, y no para permanecer eternamente en la memoria colectiva.
¿Y si pierdes los followers? Lo malo es que esto afecte a la autoestima personal o profesional; hagamos un esfuerzo por recordar que somos quienes somos, y no cuánto tenemos y cuántas personas nos siguen. Aparte de todo esto, la mayoría de los problemas de Twitter han sido resueltos con bastante rapidez, pero la impaciencia nos domina, y el cortoplacismo imperante hace que no tengamos una mínima tolerancia a la frustración: nos “revienta” que algo haya pasado en nuestra cuenta y que no esté tal y como la habíamos dejado hace un rato.
Por favor, piénsatelo un poco. Sin twitter también se vive igual de bien, si te quedas sin followers, no te preocupes: los administradores del pajarito lo solucionarán o esos followers te buscarán para seguirte de nuevo. Si falla twitter, manda un sms (te acuerdas de los mensajes de texto?) y queda con un amigo a tomar un café, el y tú lo agradecerán.