Ya sé que no cuento nada nuevo si digo que desde hace varios meses las publicaciones de las fan pages de Facebook tienen mucho menos alcance del deseado. Buenos posts como el de Inma Ferragud hablando sobre el Story Bump y el reajuste del algoritmo de Facebook explican perfectamente los cambios que están teniendo lugar en la red social de Zuckerberg.
Claro. Resulta que nos han vendido ( y seguramente muchos de nosotros lo hemos hecho también de forma errónea a nuestros clientes) que Facebook tenía cientos de millones de usuarios en todo el mundo y que no podíamos desaprovechar tal potencial para la difusión de nuestros productos, marcas o servicios. Raudos y veloces, acudimos en el pasado a hacer unas maravillosas fan pages, con sus pestañitas, con sus eventos, sus concursos y sus fotos molonas de gatos y frases de Paulo Coelho, con la esperanza de tener una comunidad enorme y con un grado de enganche que ni los mejores especialistas en marketing y publicidad hubiesen soñado jamás.
Pero parece que el juego se acaba. Y rápidamente. Si ya era difícil generar enganche con los fans de las páginas de Facebook, ahora se convierte en tarea casi imposible porque la realidad es que las publicaciones de de las fan pages en Facebook las está leyendo muy, muy poca gente. Hay que exceptuar los casos, claro está, de aquéllas páginas que tienen una comunidad tremendamente fiel, con comunidades de fans , ya sean grandes o pequeñas, que tienen como costumbre compartir contenidos.
Lamentablemente, ese tipo de páginas son una minoría, y muchos de nosotros, seamos sinceros, nos hemos convertido en especialistas en que otros community managers sean seguidores de las marcas que gestionamos, pero en muchas ocasiones no hemos logrado comunidades «de verdad». Como dice Lucas en su reciente post, hemos pensado más en nosotros mismos o en nuestro cliente que en el cliente final, que es el consumidor del servicio o producto del que estamos hablando en el muro.
Si de verdad has sido un poco serio, durante estos años de la eclosión del social media te ha estrujado la cabeza, has preparado un calendario editorial como Dios manda, has cuidado la calidad y potencial relevancia de los contenidos, y en la actualidad, al cabo de unas cuantas horas, te das cuenta de que no ha servido prácticamente para nada. Si el porcentaje de lectores de las posts ya era escaso, ahora se vuelve ridículo, representando, como mucho, un 5% o 10% del total de los fans, en el mejor de los casos.
¿Y cual es la solución? Primero, reflexionemos si hemos estado generando comunidades «a la fuerza», o las que tenemos de verdad esperan algo de la marca que gestionamos. Después de ello, pasa por caja, así de claro. No estoy de acuerdo con algunos artículos que he leído recientemente en donde se expone como solución «ganar más fans» (cuantos más fans tengas, más difícil será la interacción), «aportar contenidos de calidad» (¿qué pasa? ¿antes ponías contenidos malos?), o publicar más veces al día. Creo que se trata de tener en cuenta que se acabó el romanticismo en las redes sociales, esa teoría de que aquí todo es gratis y que podemos llegar a millones de personas en todo el mundo sin gastar un euro.
Si todavía no usas publicidad en Facebook, plantéatelo seriamente. Una pequeña inversión sirve de mucho y, al menos, te asegurarás un número mínimo de impresiones de tus publicaciones. Piensa menos en acumular fans como quien acumula objetos viejos en su trastero, y esfuérzate en conectar de manera adecuada con los fans que ya tienes. Tu cliente te lo agradecerá, te lo agradecerás a ti mismo, pero sobre todo, te lo agradecerán esos fans.
Imagen: www.eurowon.com