Este post es la segunda colaboración con los compañeros de Las Iniciativas, Cluster de Comunicación y Marketing de Canarias. La entrada original esta aquí, y también pueden seguirlos a través de Facebook y Twitter.
Recuerdo, hace ya casi 3 años, que al entrar en Twitter las primeras ocasiones, una de las primeras conversaciones o cuestiones que se comentaban en el timeline era si se debía o no dar las gracias por los retweets o retuiteos. Creo que muchos por aquella época éramos bastante novatos en esa red, y nos algunos de nosotros nos planteábamos si no estaríamos saturando a los demás usuarios con esos agradecimientos, ya fueran por los RT, por las menciones o por los famosos #FF, que ya despuntaban en ese período.
Aunque podemos encontrar en varios blogs, entre uno de ellos el de Iván Rodríguez, más conocido como @twittboy, referencias a conductas más o menos deseables en ese sentido (recomendable ver el ejemplo que pone Iván en referencia a José Miguel Bolívar @jmbolivar), todavía no disponemos de un manual de estilo «oficial» que tomar como referencia. Por otro lado, espero que ese libro de estilo tal cual nunca aparezca, ya que una de las grandezas de Twitter es la libertad de actuación que permite y la inmensa heterogeneidad de comportamientos de los usuarios.
Hoy en día sigue siendo un tema extensamente comentado, e incluso se ha convertido en uno de los principales argumentos, junto con la contestación ( o no) a las menciones, para catalogar a determinados usuarios como gurús: es decir, si un usuario con unas cuentos miles o decenas de miles de followers no contesta a menciones o RT, se le atribuye esa condición rápidamente.
En las últimas semanas he estado analizando mi propio comportamiento en Twitter, y me he dado cuenta que suelo dejarme varias menciones y RT sin agradecer. Hace un tiempo estaba acostumbrado (y lo tenía como una de mis principales normas), agradecer cada reply y cada retuiteo que me hacían, pero en los últimos tiempos me resulta verdaramente imposible. Ya sea por carga de trabajo diaria o porque uno, de vez en cuando, puede tener cierto éxito con un tweet más o menos acertado o divertido, me he dejado por el camino varios agradecimientos. Puede que a alguno le resulte extraño y no lo entienda del todo, pero digánme ustedes cómo responderían a un tweet que se acerca al centenar de réplicas (repito: no es lo normal en mi caso, pero a veces ocurre).
No voy a entrar a discutir si se debe o no agradecer cada mention, cada RT o cada #FF. Hay múltiples formas de hacerlo (o de no hacerlo), y cada uno debe elegir la suya. Insisto en que mi costumbre, por norma general, es agradecerlos, pero a veces no se puede.
Es por ello que quiero aprovechar para darte las gracias. A ti, que no se si has llegado a través de Facebook, de Twitter, de Google+ o de algún otro medio social, gracias por gastar unos segundos en leerme, gracias por molestarte en abrir un enlace, gracias por mencionarme, y gracias sobre todo por hacer que la experiencia en Twitter sea cada día más enriquecedora. Aunque no te de las gracias, aunque no te mencione, y aunque parezca que me olvide, cada mención, cada RT o una risa, comentario o crítica provocada por un tweet me hacer sentir respeto por ti.
Gracias por RT 🙂
Imagen: www.islabit.com