Conductas 0.0 en entornos 2.0 (V): A Facebook lo que es de Facebook, a Twitter lo que es de Twitter

15. Entonces los fariseos se retiraron a tratar entre sí cómo podrían sorprenderle en lo que hablase. 16. Y le enviaron sus discípulos con algunos herodianos que le dijeron: Maestro, sabemos que eres veraz, y que enseñas el camino de Dios conforme a la pura verdad, sin respeto a nadie, porque no miras a la calidad de las personas. 17. Esto supuesto, dinos qué te parece: ¿Es o no es lícito pagar tributo al César? 18. A lo cual Jesús, conociendo su malicia, respondió: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? 19. Enseñadme la moneda con que se paga el tributo. Y ellos le mostraron un denario. 20. Y Jesús les dijo: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? 21. Respóndenle: Del César. Entonces les replicó: Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. 22. Con esta respuesta quedaron admirados, y dejándole, se fueron.
[1] Mateo 22: 15- 21
La pregunta hecha a Jesucristo era de extrema gravedad, pues comportaba un dilema, del cual creían que Él no podría salir. Si dijese que no se debía pagar el impuesto a César, lo acusarían ante Poncio Pilatos como sedicioso contra el poder de Roma.
Si dijese que se debía pagar el impuesto, estaría rechazando el carácter teocrático del pueblo de Israel (gobernado por Dios), sometiéndolo al poder de César y de Roma. Más aún –aspecto menor, pero importante del punto de vista de la opinión pública– aprobando el pago de los impuestos, desagradaría al pueblo, que odiaba a los republicanos, los recolectores de esas contribuciones.
He querido empezar el post de hoy con una pequeña referencia a la famosa cita contenida en el Evangelio según San Mateo, ya que he trasladado la frase al contexto del 2.0. Recuerdo, hará ya casi tres años más o menos, que a mi correo electrónico empezaban a llegar invitaciones para unirme a Facebook. La verdad es que en esa época me llegaban propuestas de muchas otras redes incipientes, como Hi5, así que en principio no le presté demasiada importancia.
Pero pasadas unas semanas empecé a leer cosas sobre Facebook y hablé con varias personas que ya eran miembros de la red, así que me di de alta, y me sorprendí de la cantidad de gente conocida que encontré o reencontré en muy poco tiempo. La herramienta me enganchó rápidamente y me sorprendió la facilidad de uso y las posibilidades a la hora de insertar contenidos multimedia en el muro, hacer nuestros propios álbumes de fotos, pasar el rato con minijuegos, etc. Poco a poco la la red ha aumentado sus posibilidades y estas son casi infinitas actualmente, y el número de usuarios ya supera los 500 millones en todo el mundo.
Algo más tarde, un par de meses de empezar a escribir en el blog Formación y Talento descubría Twitter. Empecé como todo el mundo, a tientas, sin saber muy bien qué era y para qué era aquello, pero con el paso del tiempo he descubierto las increíbles virtudes y el inmenso potencial que tiene como herramienta social y de comunicación. También son cientos de millones de personas en todo el mundo las que hacen uso de Twitter en la actualidad.
Los que usamos las dos redes sabemos que hay varias diferencias entre ellas: uso más profesional que personal en una que en otra, media de la edad de los usuarios, diseño de la plataforma o del cliente para usar la red, inclusión de juegos o no, etc. pero en la actualidad existen varias herramientas de integración de ambas redes, como Tweetdeck, Hootsuite o Selective Tweets, por poner varios ejemplos.
Cuando llevamos tiempo usando ambas redes, lo normal es que muchos de los usuarios que sigamos en Twitter se conviertan en amigos de Facebook (es más raro que ocurra al revés). Se trata de una manera de ampliar la información y la disponibilidad de contactar con esa persona y de saber algo más de ella. A partir de aquí podemos descubrir si esa persona está en Flickr, Linkedin, Xing u otras redes, y, en definitiva, tener un buen resumen o extracto de su vida personal y profesional.
En los últimos meses he añadido muchos contactos de Twitter a Facebook por la razón que acabo de comentar más arriba. Resulta curioso descubrir algo más de esa persona que sólo es un avatar en Twitter, y suele ser bastante gratificante y productivo tenerlos en ambas redes. Sin embargo, hay un fenómeno que he observado que no me gusta demasiado. Se trata del uso de Facebook como si fuera un cliente de Twitter “más bonito”.
Ya son muchas las veces que al revisar las actualizaciones de mi muro sólo veo tweets, retweets, menciones…¿pero esto no era Facebook? me pregunto. Al revisar muros de ciertos contactos, compruebo que no hay publicaciones como tales, sino que se trata de exportaciones del timeline de Twitter. La primera analogía que se me ocurre es que sería algo así como poner la tele pero quitar la imagen y quedarnos sólo con el sonido; sin duda tenemos la posibilidad de hacerlo, pero resultaría raro ¿no?. También podríamos modificar la gama de colores de la pantalla para verla en blanco y negro, pero resultaría algo extraño.
No veo mal la integración de ambas redes, ni mucho menos, pero creo que sería más interesante darle a cada red el uso que tiene. ¿Por qué no aprovechar las atractivas posibilidades multimedia de Facebook cuando publicamos en el muro? Me gusta, por ejemplo, cuando un tuitero publica en su muro las fotos o vídeos de un evento, porque aunque a través de Twitter puedo ver fotos, sin duda es más cómodo hacer un álbum en Facebook, categorizar las imágenes en Flickr o si se trata de un vídeo subirlo a Youtube o cualquier otra red que tenga como principal soporte el vídeo.

No me gusta ver un muro lleno de tweets, sin ningún otro contenido; cuando entro en Facebook espero ver algo más aparte de 140 caracteres, imágenes, sonido, vídeo…al igual que si me compro un DVD o un Blu-Ray mis expectativas van más allá de oír una voz.
Las herramientas para el uso compartido de varias redes no hacen más que aumentar día a día, pero en mi opinión no deberíamos meterlas a todas en el mismo saco, sino aprovechar las posibilidades que nos ofrece cada una. Todo depende, como siempre, del uso que le demos a esas aplicaciones de integración, pero particularmente, prefiero darle a Facebook lo que es de Facebook y a Twitter lo que es de Twitter.

7 opiniones en “Conductas 0.0 en entornos 2.0 (V): A Facebook lo que es de Facebook, a Twitter lo que es de Twitter”

  1. Comparto tu visión sobre el uso diferenciado de las dos herramientas y estoy muy contento con las dos. Y soy un poco drástico: si el contacto de Facebook sólo twittea, elimino la conexión y andando.

  2. Hola Uxío, un honor tenerte por aquí y felicidades por el premio de la Blogosfera de RRHH. Yo quizás no sea tan "drástico" como tú, pero creo que es una pena que los perfiles o contactos se repitan en las diferentes redes sin aprovechar las funcionalidades de cada una.

    Un saludo y gracias por pasarte y comentar.

  3. Muy bueno Oliver, y me quedo en la retina con la fantástica frase de Uxío "Si el contacto de Facebook sólo twittea, lo ignoro y andando".

    Feliz semana. Mari Cruz

  4. Hola Mari Cruz, gracias por pasarte y comentar. A mí me llama mucho la atención ese fenómeno, esa persona que tenemos en Twitter y cuando la agregamos en Facebook solo estamos viendo una reproducción de lo que ya vemos en su TL. Yo no tiro la primera pierdra porqueno estoy libre de pecado, en mi muro también aparecen tweets, pero usando selective tweets, por ejemplo, sólo aparecen los que considero más interesantes.

    Un saludo y feliz semana para tí también ;-))

  5. Tienes toda la razón… me gusta ver que otras personas tienen la misma impresión. La verdad: ¿de qué sirve tener una cuenta de Facebook diferenciada si sólo vamos a hacer un copy-paste de Twitter? Eso lo veo sobre todo que pasa con los "mega gurús" del socialmedia en España… ellos sabrán.

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